sábado, 6 de diciembre de 2014

LOS PROFETAS EN EL JUDAÍSMO

LOS PROFETAS EN EL JUDAÍSMO



Publicaciones - Judaísmo

LOS PROFETAS EN EL JUDAÍSMO

UNA PUBLICACIÓN DE Tribuna Israelita


     El sentido universal del judaísmo no ha sido expresado de manera
más elocuente que en el mensaje de los profetas. En esta sección del Tanaj (nombre hebreo para todos los libros de la Biblia que incluye el de Los Profetas)
se elabora sobre el papel de estos hombres carismáticos quienes
afirmaban contar con el don divino de impartir y recibir el mensaje de
la revelación para satisfacer así la necesidad humana por conocer lo
sobrenatural. Aunque muchas culturas del Cercano Oriente contaban con
profetas, el judaísmo se destaca por haber reconocido a varios de ellos
cuyas parábolas influyeron marcadamente en el cristianismo y el islam.
     La palabra profeta, derivada del griego prophetes,
significa el que habla en pro y se utiliza principalmente para designar
a los profetas hebreos. Como líderes espirituales y morales proclamaron
e interpretaron postulados religiosos fundamentales para el monoteísmo
ético como los de justicia y la libertad. El término hebreo naví o delegado se aplicó por primera vez a Abraham por su papel como intercesor, ” …porque es profeta, y orará por ti, y vivirás…” (Génesis 20:7).

     La profecía que transmitían estos hombres excepcionales no
representaba necesariamente una predicción de eventos futuros, sino la
proclamación de la palabra de Dios en forma de exhortación o de
advertencia de castigo que seguía a la transgresión. Como “voceros” de
la divinidad los profetas no escogían su profesión sino que eran
elegidos -en contra de su voluntad- para transmitir el mensaje divino.
Esta responsabilidad que recaía sobre sus hombros los separaba de sus
semejantes.


Origen y funciones de la profecía judía
    
De
acuerdo con el texto bíblico, el origen de la profecía se encuentra en
la revelación en el Monte Sinaí. El pueblo hebreo temía recibir la
palabra divina directamente por lo que le solicitó a Moisés que actuara
como intermediario, con lo que se convierte en el profeta por
excelencia. (Deut. 5:24).
     En sus inicios, la función del
profeta y del sacerdote se confundía. Posteriormente los profetas se
convirtieron en una especie de jefes nacionales llegando a ocupar
importantes cargos oficiales. El prestigio que adquirieron y su cercanía
al gobierno central los colocaba en una posición de poder.
Originalmente el mensaje que transmitían era corto y se refería a un
problema particular. Mas tarde aprovecharon su papel para comentar y
criticar el comportamiento de la sociedad o de alguna figura de
importancia pública, ya que como mensajeros de Dios gozaban de cierta
inmunidad.
     Los profetas trascendieron por la dimensión social
de sus enseñanzas. Su importancia radica en su papel como intérpretes de
una nueva conciencia social y religiosa que penetra todas las esferas
de la vida y que los mueve a profetizar acontecimientos políticos y
militares. A través de sus mensajes intentaron reafirmar los valores
monoteístas éticos y su crítica se convirtió en una poderosa fuerza
social.
     El camino que los profetas establecieron para lograr
sus ideales se diferenciaba profundamente de las normas comunes.
Iniciaron una reforma en la religiosidad y en el culto. Para ellos, Dios
no anhelaba el olor de los sacrificios sino la justicia, ni obsequios
al santuario sino la nobleza del corazón. Relegaron a segundo término
los elementos simbólicos y estéticos que formaban la médula de todos los
cultos antiguos. Su mensaje, originalmente dirigido a los judíos, se
constituyó en legado universal.


Categorías de profetas.
    
Las fuentes bíblicas mencionan dos categorías de profetas:
     -Preclásicos o anteriores.
Los textos bíblicos alusivos relatan la historia del pueblo judío desde
la muerte de Moisés hasta la caída del reino de Judá y la destrucción
de Jerusalem en 586 a.e.c. Son los libros de Josué, Samuel, Jueces y Reyes.
    
-Clásicos o literarios.
Contienen episodios históricos en menos número y extensión pera abundan
en alocuciones, pasajes poéticos, detalles biográficos y oraciones. Son
los libros de Jeremías y Ezequiel (Profetas mayores) y los doce
Profetas menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías Jonás, Miqueas, Naham,
Habacuc, Sofonías, Haggeo, Zacarías y Malaquías.
     La función del
profeta no se restringió a los varones. De hecho en los textos bíblicos
aparecen profetisas como Miriam (Exodo 15:20), Débora (Jueces 4:4) y
Juldá (II Reyes 2:14).


El papel del profeta en la sociedad judía
     Como figuras políticas
:
Los profetas influyeron en gran medida en el destino político del
pueblo judío. Samuel -por ejemplo- a través de sus profecías eligió a
Saúl y a David para ser reyes. Era tal su importancia que varios
gobernantes tenían profetas de la corte. Tal fue el caso de Nathán y Gad
durante el reinado de David.
     Como transmisores de predicciones:
Se creía que los profetas eran capaces de vaticinar el futuro. Así
Ahias -por ejemplo- predijo la caída de la casa de Jeroboam y la muerte
de su hijo (I Reyes, 14:6) y Elisha habló de la hambruna que durante
siete años los azotaría (II Reyes, 1:4). Algunas profecías se
vaticinaban después del evento, pero las narrativas nos confirman cómo
el pueblo creía en la habilidad del profeta para ver el futuro.
     Como realizadores de actos simbólicos y de milagros:
Los profetas no sólo predecían el futuro también realizaban actos
simbólicos o milagros que dramatizaban y confirmaban sus palabras. Estas
acciones no se consideraban expresiones de poderes sobrenaturales de la
voluntad divina.


Su mensaje
     Universalismo y elección
. Los
profetas creían que tras los eventos de la historia se encontraba la
mano de Dios. Otras naciones de la antigüedad también compartían la
noción del determinismo divino en la historia pero ninguna interpretó
este hecho como parte de un plan unificado y con secuencia.
     Supremacía de la moralidad y actitud hacia el ritual.
El monoteísmo ético se erigió en base al mensaje profético con énfasis
en lo moral más que en lo ritual. De hecho en la tradición judía el
ritual se concibe como un regalo de Dios, un acto de gracia para el
hombre. No obstante no debe convertirse en un substituto del
comportamiento moral. La religión no debe ser equiparada con el culto ni
debe restringirse a un horario determinado.
     Moralidad y destino.
La moralidad es considerada como el factor decisivo para determinar el
destino nacional de Israel. Y constantemente, los profetas demandaban
devoción y fidelidad al pacto acordado entre Dios y el pueblo de Israel.
     Amor universal a Dios.
A través de los profetas Dios adquirió una relación personal e íntima
con el hombre. Estos subrayaban la responsabilidad del ser humano hacia
el Creador y el amor y la misericordia de la divinidad hasta para el
último hombre.
     Los profetas tuvieron la visión de lo que el
hombre podía ser y realizar. Concibieron un mundo en el cual ningún
hombre sería perjudicado por otro, donde el fuerte cooperaría con el
débil, donde nadie sería sacrificado en aras de metas aparentemente
loables. Sin embargo, la grandeza de los profetas consistió en su
concepción de la voluntad divina.
     El movimiento profético
transformó al judaísmo. Enemigos de sacrificios y de actos de culto no
propugnaron por la abolición total de los ritos, sino que subrayaron la
importancia de la religiosidad aplicada a los actos más nimios de la
vida diaria.


BIBLIOGRAFIA


Friedlander, Michael
The Jewish Religion
Pardes Publishing House, USA, 1946


Hamilton, Edith
Los Profetas de Israel
Ediciones Helios, Argentina, 1957


Hertzberg, Arthur
Judaísmo
Plaza y Janes, España, 1963


Holmgren, Frederick
The God Who Cares
John Knox Press, USA, 1979


Kolatch, Alfred
The Jewish Book of Why
Jonathan David Publ., Inc., 1981


Newman, Yacob y Siván, Gabriel


Judaísmo A-Z
OSM, Israel, 1983



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